viernes, 17 de agosto de 2018

UN AÑO DESPUES, NADA

 
 
 
Cartel de Javier Mariscal para el diario el País

                                   Un año después muy pocas cosas han cambiado, o muchas, sí, pero en lo relativo al tratamiento que se da a las noticias relacionadas con el terrorismo islamista o el tratamiento que se da al terrorismo islamista en sí, todo sigue igual. O peor.
 
De hecho, las manifestaciones públicas, los discursos, oficiales, las declaraciones de políticos y dirigentes siguen todas una misma línea absolutamente inquebrantable. Nadie se sale del guión.
 
A estas declaraciones se suman todo tipo de oenegés, fundaciones, asociaciones... Y no hay ninguna novedad... palabras, palabras, palabras, todas huecas, vacías, estériles, sin aristas. No hay que ofender ni molestar a nadie, no hay que herir ninguna sensibilidad, ni siquiera la de los asesinos.
 
Todo discurre según lo previsto... lugares comunes, frases más o menos grandilocuentes, tópicos revenidos, obviedades rancias, expresiones de manual de autoayuda manoseadas hasta el hartazgo. Ofrendas florales, velas, fotografías, dibujos de niños... Nada nuevo. Todo trufado de medias verdades cuando no directamente de mentiras.
 
Lo que de verdad me ha sorprendido han sido las declaraciones de Ada Colau, alcaldesa de Barcelona. Y me han sorprendido porque ya no se molesta ni si quiera un poquito en intentar al menos disimular las mentiras y las falsedades, de intentar maquillarlas, de hacerlas un poquito menos visibles, como más digeribles.
 
Y nos dice Ada Colau que "Barcelona y Cataluña son ahora mucho más fuertes que hace un año". ¿Más fuertes en qué? ¿Más fuertes contra qué? Ella y todos sabemos que es justamente todo lo contrario, tan falso como aquel "Yo no tengo miedo" que recorría las calles de BCN durante los días siguientes a los atentados. Hoy BCN y Cataluña son infinitamente más débiles y más vulnerables que hace un año; si la sociedad civil catalana destaca por algo que NO es, precisamente es por su fortaleza. La sociedad catalana está fracturada, está rota, dividida, fragmentada y lo peor de todo, la sociedad catalana está ENFRENTADA. ¿Son éstos signos de una sociedad fuerte? Todo lo contrario, son síntomas y signos evidentes de una sociedad débil, pero Ada Colau no tiene empacho ni problema alguno es mirarnos a la cara y mentirnos. Ahí os traguéis este sapo. 
 
Y ningún periodista, nadie en la sala se atreve a coger el micrófono y preguntarle qué le hace pensar que hoy BCN y Cataluña son más fuertes que hace un año.  
 
Hablan nuestros representantes públicos, sean quienes sean, de combatir la falta de solidaridad, de luchar contra la falta de integración, incluso hay quien se atreve y nos exhorta a "combatir el fascismo", pero nadie se atreve a hablar de combatir el terrorismo islamista. Nadie se atreve a hablar de combatir el terrorismo de estos fanáticos. El terrorismo que hemos importado de fuera, con nuestra generosidad y nuestros brazos y corazones abiertos. Somos generosos y solidarios por imperativo legal incluso con aquellos que nos odian y quieren destruir nuestra sociedad, nuestro modelo de derechos, obligaciones y libertades, nuestra convivencia, nuestra cultura, nuestra historia. nuestra forma de vida.
Odian todo de nosotros, y se aprovechan hasta la nausea de todo lo que nuestro sistema integrador y buenista por ley nos obliga a darles. ¿Integración? La justa y necesaria para beneficiarse de todas las subvenciones y ayudas que nuestro sistema les ofrece, y cuando ya han ahorrado lo suficiente compran doscientas bombonas de butano y alquilan una furgoneta. Y a Las Ramblas, al grito de "¡Alá es grande!" 
 
Tenemos que combatir el dolor y la soledad de las víctimas, tenemos que combatir y vencer "al odio" -así, en genérico-, tenemos que combatir los mecanismos de nuestra sociedad que nos llevan a excluirles. He llegado a oir que tenemos que combatir los "microracismos del día a día que acaban calando en los migrantes". Pero nadie habla de combatir el terrorismo islamista y mucho menos a los terroristas islamistas. Sólo faltaba ver a Arnaldo Otegui en alguna tribuna hablando de paz y recitando un poema de Gloria Fuertes con un clavel en el ojal.
 
Se ha escuchado el "Alelluyah" de Leonard Cohen, por supuesto ha sonado también "Imagine" de John Lennon, hasta Jauma Sissa ha desplegado su arte. Se han leído poemas y repetido los consabidos versos de Bertolt Brecht, pero nadie se ha atrevido a hablar de los terroristas, ni del terrorismo.
 
Por cierto, hoy ya sabemos que el autor del atentado islamista de hace unos días contra el parlamento británico y que únicamente por fortuna se saldó sin muertos, es un sudanés que obtuvo su asilo en UK como refugiado.  ¡Wellcome Refugees!

Esta noticia no la vamos a encontrar en la mayoría de  los medios comunicación porque parece que hay un pacto tácito entre la mayoría de medios para silenciar este tipo de hechos y no alentar así una acogida menos sincera y generosa por nuestra parte. Por cierto, que ese pacto ya no es tácito en países como Suecia, donde por ley se impide a los medios de comunicación difundir nombres y nacionalidades a la hora de informar sobre la identidad de quienes cometen atentados, violaciones, desordenes públicos, estragos y en general, casi cualquier acto criminal.
 
Nada nuevo bajo el sol, sigue el buen tiempo y no hay motivo para la alarma; Ada Colau nos asegura que somos más fuertes que hace un año. Todos tranquilos. Y aún más chirriante... Colau nos dice que "contra el terror, amor" ¿Obedecen a una estrategia planificada esta sarta de idioteces?
 
En definitiva, NADA.

Actualización 20/08/18
Hoy nos hemos despertado con una noticia cuando menos inquietante, y es que sobre las 6 AM un argelino de 29 años ha entrado en una comisaría de Cornellá con un cuchillo de grandes dimensiones y hoja muy afilada, posiblemente cortante, y al grito de "Alá es grande" ha intentado atacar a los mossos. ¿Mantenemos el discurso de Gemma Nierga y de Ada Colau del "contra el terror, amor"?
En breve nos dirán que este hombre era un perturbado cuyas intenciones nada tenían que ver con el terrorismo, faltaría más. Al tiempo.


  

2 comentarios:

Unknown dijo...

Así es. Los Españoles vivimos mal y cada vez peor, tenemos unos gobernantes que no gobiernan, nos inflan a impuestos, nos congelan los sueldo y en lugar de aprovechar los pocos recursos que tenemos para nosotros, abrimos la puertas a gente de fuera para que ayuden a saquear el país..
Solamente sieento ver cómo mi País ha identificado de mal en peor y la porquería que les vamos a dejar a nuestros hijos.
Una verdadera lastima.

Unknown dijo...

Un año después yo diría que peor...no hacemos sino engordar la lista de inmigrantes ilegales que cada día llegan a nuestro pais, que seguramente la gran mayoría vienen a buscar una mejor vida, pero de entre esos también los hay quienes nos odian profundamente y nunca van a integrarse en nuestra sociedad, al revés.